Ubicados en el pintoresco municipio de Casares, los Baños de la Hedionda no solo son un lugar de relajación y bienestar, sino también un fascinante viaje a través de la historia y las leyendas que han moldeado este rincón mágico.
Un Origen Legendario y Propiedades Curativas Milenarias
La historia de los Baños de la Hedionda se entrelaza con una de las figuras más emblemáticas de la antigüedad: el mismísimo Julio César. Cuenta la leyenda que, durante su estancia en la península ibérica en el año 61 a.C., antes de su ascenso al poder en Roma, César padecía una afección cutánea crónica. Tras años de buscar una cura sin éxito, un centurión le habló de unas aguas fétidas, pero milagrosas, que emanaban de la tierra en un valle cercano a lo que hoy conocemos como Casares.
Intrigado y desesperado por encontrar alivio, Julio César decidió probar estas aguas. Para su asombro, y quizás para el escepticismo inicial de sus legiones, las propiedades de estas fuentes sulfurosas resultaron ser extraordinarias. Se dice que, tras varios baños, la enfermedad de César remitió por completo, y su piel recuperó su salud. En agradecimiento por esta curación milagrosa, el futuro emperador ordenó la construcción de unas termas y un templete en honor a la diosa de la salud, Higia, para que todos pudieran beneficiarse de estas prodigiosas aguas. Así nació, según la tradición, el germen de lo que hoy conocemos como los Baños de la Hedionda.
El nombre «Hedionda», que en español significa «maloliente» o «fétida», deriva precisamente del característico olor a azufre que desprenden estas aguas. Si bien puede resultar sorprendente al principio, este aroma es la prueba fehaciente de su riqueza en sulfuro de hidrógeno, un componente clave responsable de sus reconocidas propiedades terapéuticas. Durante siglos, se ha atribuido a estas aguas la capacidad de aliviar dolencias dermatológicas como eczemas y psoriasis, problemas reumáticos, afecciones respiratorias e incluso dolencias gastrointestinales.
Descubrimos los Baños de la Hedionda: un viaje a través de la historia
Durante la época romana, las termas eran centros sociales y de salud de vital importancia. Es plausible que, tras la visita de César, el lugar adquiriera una notoriedad que perduró en el tiempo. Posteriormente, con la llegada de los árabes a la península, la tradición balnearia se mantuvo. Los musulmanes, conocidos por su aprecio por la higiene y el bienestar, también utilizaron estas aguas, adaptando las estructuras y contribuyendo a su preservación. Los baños árabes, con su arquitectura distintiva y su énfasis en la purificación, seguramente encontraron en la Hedionda un lugar propicio para sus prácticas.
Las construcciones actuales, que consisten en varias bóvedas de cañón y pilas donde se embalsan las aguas, datan principalmente de los siglos XVIII y XIX, aunque con algunas reformas posteriores. Estas estructuras, de apariencia sencilla pero funcional, fueron diseñadas para canalizar y contener las aguas sulfurosas, permitiendo a los visitantes sumergirse y aprovechar sus beneficios. Durante siglos, los habitantes locales y visitantes de toda la provincia acudían a la Hedionda en busca de alivio para sus dolencias, convirtiéndose en un punto de encuentro y un símbolo de la riqueza natural de Casares.
En la actualidad, los Baños de la Hedionda han sido reconocidos como Bien de Interés Cultural, lo que subraya su valor histórico y patrimonial. A pesar de no ser un balneario moderno con instalaciones de lujo, su encanto reside precisamente en su autenticidad y su conexión con el pasado. Es un lugar donde la historia se siente en cada piedra y donde el tiempo parece detenerse.
Razones por las que visitar los Baños de la Hedionda
Experiencia termal única
A diferencia de muchos balnearios privados, los Baños de la Hedionda son de acceso público y gratuito. Durante la temporada de verano, del 28 de junio al 7 de septiembre, es necesario realizar una reserva previa para conservar el patrimonio natural que le rodea. De lunes a viernes se mantiene abierto de 12:00-19:00 h. Los fines de semana, hasta las 20:00 horas.
Beneficios terapéuticos comprobados
La alta concentración de azufre en sus aguas es reconocida por sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas y desintoxicantes. Son especialmente recomendadas para afecciones de la piel (como psoriasis, eczemas y dermatitis), dolores reumáticos (artritis, artrosis), problemas respiratorios (asma, bronquitis) e incluso para mejorar la circulación.
Bonito entorno natural
Los Baños se encuentran en un paraje natural de gran belleza, rodeados de vegetación mediterránea y con el sonido relajante del agua como telón de fondo.
Complemento perfecto para visitar Casares
El pueblo de Casares, uno de los «Pueblos Blancos» más bonitos de Andalucía, se encuentra a pocos kilómetros. Conocido por su impresionante castillo, sus casas encaladas aferradas a la roca y sus estrechas calles laberínticas, Casares es un destino que merece la pena explorar.