Alpandeire es uno de esos pueblos pequeños que guarda, encapsulada entre calles empinadas y huertas regadas, una enorme dosis de autenticidad andaluza. Situado en el Valle del Genal y conocido por su caserío blanco, su historia milenaria y su vinculación con Fray Leopoldo, Alpandeire ofrece al visitante razones sobradas para redescubrir la Serranía de Ronda. Te contamos algunos motivos por los que visitarlo.
Orígenes e hitos históricos
El asentamiento que hoy conocemos como Alpandeire tiene raíces antiguas: la documentación y la tradición señalan que la construcción del núcleo tal y como lo reconocemos se remonta a la época de la ocupación musulmana, alrededor del año 711, cuando la zona se fortificó como punto de control en la serranía. Esa impronta medieval se mezcla con restos prehistóricos y de la Edad de los Metales encontrados en su término municipal, prueba de una presencia humana muy anterior.
Tras la conquista cristiana de Ronda en 1485, Alpandeire quedó integrado como lugar de Realengo dependiente de Ronda. Uno de los episodios importantes para la demografía local ocurrió en 1572, cuando una pragmática de Felipe II ordenó repoblar Alpandeire con vecinos cristianos, asignando casas y tierras y configurando así el mapa social que derivó en la villa moderna. Ya en el siglo XIX, el municipio recibió el título de villazgo por Fernando VII como reconocimiento a su comportamiento durante la Guerra de la Independencia.
Además de su pasado agrícola y militar, Alpandeire es conocido por ser la cuna de Fray Leopoldo de Alpandeire, un fraile capuchino muy querido y devoto cuya casa natal y recuerdos atraen a peregrinos y visitantes interesados por la religiosidad popular andaluza. La figura del santo local forma parte importante de la identidad cultural del municipio.

Qué ver en Alpandeire: visitas imprescindibles
Aunque Alpandeire es pequeño, su oferta patrimonial y paisajística está compacta y bien distribuida; en una visita a pie se pueden cubrir los puntos esenciales.
Casa natal de Fray Leopoldo
Convertida en pequeño museo y lugar de visita obligada para quienes siguen la ruta del santo. Es un punto de gran valor emocional y cultural para los habitantes y visitantes.
Miradores y paseos por el casco urbano
La posición de Alpandeire, encajada en la ladera, permite acceder a varios miradores desde los que contemplar el Valle del Genal, los castañares y la sucesión de pueblos blancos que jalonan la serranía. El paseo por sus calles estrechas, empedradas y en pendiente es por sí mismo una experiencia.

Antiguo Pósito y lavadero
Ejemplos de la arquitectura civil tradicional; el pósito suele servir hoy como centro cultural y el lavadero, junto con las fuentes y abrevaderos tradicionales, recuerda la importancia del agua en la vida del pueblo.
Yacimientos arqueológicos
Restos megalíticos y sepulturas que demuestran la presencia humana en el término de Alpandeire desde la época prehistórica. Visitar los entornos arqueológicos —respetando siempre la normativa— aporta contexto histórico a la visita.
Iglesia Parroquial de San Antonio de Padua
Situada en el centro del pueblo, es el edificio religioso más destacado y recibe el apelativo coloquial de “la catedral de la Serranía” por su presencia y dimensiones relativas. Su fachada y su interior conservan elementos de diversas épocas y narran la evolución arquitectónica local.

Rutas de senderismo
Existen diferentes opciones de senderismo según la distancia que se desee recorrer. Concretamente, recomendamos el sendero de los Huertos.

El Sendero de los Huertos: razones por las que realizarlo
El sendero de los Huertos, también señalizado como SL-A 397 en la red local de senderos, es una de las rutas más recomendadas dentro del término municipal por varios motivos: comienza en el mismo casco urbano, discurre por zonas agrícolas y de huertos tradicionales, atraviesa parajes con abundancia de agua y acequias, y permite observar castaños, nogales, almendros y olivares que muestran el paisaje agrario auténtico del Valle del Genal. La ruta combina valor natural, etnográfico y paisajístico, y es especialmente bonita en otoño, cuando las hojas de castaño tiñen el suelo de ocres.

Recomendaciones importantes: esta ruta transcurre a través de diferentes cuestas y desniveles, por lo que se aconseja disponer de buena forma física para realizarla. No es aconsejable para personas con movilidad reducida.

Consejos para completar la visita (logística y gastronomía)
–Cómo llegar: Alpandeire se ubica en el oeste de la provincia de Málaga, en la serranía de Ronda. Desde Málaga capital son aproximadamente 130 kilómetros por carretera (el trayecto depende de la ruta elegida) y la localidad forma parte de la serie de pueblos blancos del Valle del Genal. Si vienes desde Ronda o desde la A-397, la carretera local te conecta directamente. Este último tramo discurre entre carretera de montaña y es especialmente famoso para disfrutar de un bonito entorno.
–Mejor época para visitar: el otoño (cosecha de la castaña, paisaje de ‘bosque de cobre’) y la primavera (floración y temperaturas suaves) son ideales; el verano es caluroso, aunque las mañanas y atardeceres en la sierra son muy agradables.
–Gastronomía: no te vayas sin probar la repostería local (borrachuelos, suspiros, pestiños) y la cocina de cuchara típica de la Serranía; los restaurantes del pueblo suelen ofrecer platos caseros y productos locales.



