Alfarnatejo es más que un simple destino; es una experiencia que despierta los sentidos y reconecta con la tradición. Desde el momento en que uno emprende el camino hacia este enclave, las curvas de la carretera comienzan a desvelar un paisaje que cambia, se eleva y sorprende. Hoy nos sumergimos en un paraje auténtico.
Alfarnatejo y sus orígenes
La historia de este municipio se remonta a tiempos inmemoriales, con evidencias que sugieren la presencia humana desde la Prehistoria. La estratégica ubicación del pueblo, en un paso natural entre las provincias de Málaga y Granada, lo convirtió en un punto de interés a lo largo de los siglos.
Los primeros vestigios de asentamientos organizados se remontan a la época romana, aunque su influencia directa en Alfarnatejo es menos pronunciada que en otras zonas. Sin embargo, fue durante el periodo de Al-Ándalus cuando el pueblo comenzó a tomar la forma que conocemos hoy.
El nombre «Alfarnatejo» deriva del árabe «Al-Farnat», que significa «el molino» o «la venta», lo que indica la importancia de la agricultura y el comercio en la región desde tiempos antiguos. De hecho, su nombre evoca una época en la que las ventas y posadas eran vitales para los viajeros que cruzaban estas sierras.
Tras la Reconquista cristiana en el siglo XV, Alfarnatejo, al igual que muchos otros pueblos de la Axarquía, pasó a formar parte de la Corona de Castilla. La repoblación trajo consigo nuevas costumbres y una reestructuración de la vida social y económica. Durante siglos, la vida en Alfarnatejo estuvo ligada a la agricultura y la ganadería, actividades que han moldeado su carácter y la resiliencia de sus habitantes.
Un recorrido por los lugares más destacados
Pasear por Alfarnatejo nos permite viajar al pasado, disfrutar de la calma y adentrarnos en las ventajas del slow travel. Algunos de los puntos destacados que podemos visitar:
-En el corazón del pueblo encontraremos la Plaza de la Constitución, donde se ubica el Ayuntamiento.
–Iglesia del Santo Cristo de Cabrilla: se reconstruyó en 1977 y está ubicada en la parte más alta del pueblo.
–Plaza Comadrona Lucía Alba Pascual: se trata de un mirador natural desde donde podremos ver las bonitas vistas del pueblo, rodeado en plena naturaleza. Este espacio es un remanso de paz para contemplar el bonito horizonte que le rodea.
– Uno de los puntos más emblemáticos son los Tajos de Alfarnatejo, un conjunto de imponentes paredes rocosas que son un desafío para los escaladores y un espectáculo visual para todos. Desde sus alturas, las vistas de la comarca de la Axarquía y los Montes de Málaga son simplemente espectaculares, extendiéndose hasta el mar en días claros.
-La Fuente de los 100 Caños, un monumento natural ubicada en Villanueva del Trabuco, conecta senderos circulares que transcurren por diferentes municipios, entre ellos Alfarnatejo, ofreciendo la posibilidad de practicar senderismo y descubrir diferentes pueblos en esta ruta.
Dentro del propio pueblo, pasear por sus calles estrechas y empinadas es un placer en sí mismo. Las casas blancas, muchas de ellas con macetas de geranios en sus ventanas, reflejan la luz del sol y crean una atmósfera encantadora. Es recomendable perderse sin rumbo fijo, descubriendo rincones pintorescos y observando la vida local.
Fiestas populares en Alfarnatejo
Este bonito pueblo rinde culto a sus festividades más típicas en diferentes momentos del año:
-25 de abril: Romería de San Marcos.
-15 de mayo: Romería de San Isidro.
-11-12 y 13 de julio: Feria de Sabar en Honor a nuestra Señora del Carmen.
-Primer fin de semana de agosto: Feria del Gazpacho.
-29 de septiembre: Feria del Santo Cristo de Cabrilla.
Los campos de lavanda de Alfarnatejo
Si bien la historia y el paisaje de Alfarnatejo son razones más que suficientes para visitarlo, en los últimos años, el pueblo ha añadido un nuevo y vibrante atractivo a su ya cautivador encanto: los campos de lavanda. Este cultivo, tradicionalmente asociado con regiones como la Provenza francesa, ha encontrado en las tierras altas de Alfarnatejo un hogar sorprendentemente adecuado.
La iniciativa de cultivar lavanda en Alfarnatejo surge de un esfuerzo por diversificar la economía local y aprovechar las características del terreno y el clima. La lavanda es una planta resistente que prospera en suelos secos y bien drenados, con mucha exposición al sol, condiciones que se dan en abundancia en esta zona del interior de Málaga. Lo que comenzó como un proyecto piloto de unos pocos productores visionarios se ha convertido en una realidad en expansión, tiñendo el paisaje de un hermoso color púrpura durante los meses de floración, típicamente de junio a julio.
Los productores de Alfarnatejo están abordando el cultivo de lavanda con una combinación de métodos tradicionales y técnicas modernas. Muchos de ellos son pequeños agricultores que han apostado por este cultivo alternativo, buscando un futuro más sostenible para sus explotaciones. El proceso comienza con la cuidadosa preparación del terreno, asegurando un drenaje óptimo y la eliminación de malas hierbas. Las plantas de lavanda se cultivan a partir de semillas o esquejes y requieren un cuidado constante durante sus primeras etapas de crecimiento.
Una vez establecidas, las plantas de lavanda necesitan relativamente poca agua, lo que las convierte en un cultivo ideal para zonas con recursos hídricos limitados. La recolección se realiza en el pico de la floración, cuando los aceites esenciales están en su máxima concentración. Los productores utilizan métodos manuales o máquinas cosechadoras especializadas para cortar los tallos florales.
Esta iniciativa también ha permitido elaborar cuencos artesanos de lavanda por parte de diferentes productores con el fin de aprovechar esta materia prima esencial y que fueron presentados en la celebración de la I Feria de Turismo Interior de Málaga.
Fuente de las imágenes: portal web Visita Costa del Sol.
Y tú, ¿te vienes a disfrutar de esta pequeña joya de la Axarquía?